!! QUÉ DURO ES VOLVER A LA REALIDAD !!

Atolondrada, mareada, desmelenada y con unos cuantos gramitos.... más, ese es mi estado actual. No atino ni con las teclas del portatil, por lo tanto voy a tomar algo de oxígeno marino y continúo en un momento....

Si es que no hay mejor remedio como un paseito descalcita por la orilla del mar.

Hace un calorcito pegasoso que emborracha hasta las mentes más lúcidas, pero el deseo que tengo de contaros tantas vivencias supera mi embriaguez mental.

Nuestro viaje a los fiordos terminó hace algo más de una semana, pero al día siguiente de llegar a casa, decidimos continuar una semanita más las vacaciones haciendo turismo nacional que falta le hace al pobre. En el Rompido, un pueblecito costero onubense, descansó mi pandero en la fina arena de su playa repleta de conchas. Por fín mi José y yo, solitos, nos dedicamos a la lectura del primero de la trilogía "Millennium" que por cierto me ha enganchado, y de qué manera.

Pero volviendo hacia atrás, lo que quiero contar, porque sino reviento es "el encuentro". Nuestra amiga Montse ya os habrá relatado en su momento, nuestro " vis a trois" o " ménage à trois" pero sin sexo eh!!, con una "química" que fue aumentando a medida que los minutos iban pasando. Bueno pues si no es así, ya me encargo yo mismita de hacerlo.

Para darle un "gustito" a José y en contra de sus principios deportivos, ( je, je ), Montse había reservado una mesa en el restaurante del Bernabéu para las dos y media de la tarde pues nosotros llegábamos a Atocha sobre las dos. Por cierto, tengo que decir en honor a la verdad, que me pareció un lugar muy agradable con unas vistas al estadio fantásticas.

Sin problemas para reconocernos, por lo menos para mí, porque me imaginaba una gran mujer y me encontré con una mujer grande, muy alta, con porte de señora. Al primer abrazo ya sentí eso que se dice del " flechazo "y a partir de ese momento ya no puedo explicar lo que ocurrió porque fue cómo estar flotando en una nube... el tiempo pasó demasiado rápido y Montse debía volver a sus obligaciones profesionales, pero esas horas que compartimos José, Montse y yo seguro quedarán grabadas en nuestros corazones.

En estos momentos, tal vez, estés en tu ático con el pincel en la mano, plasmando en el lienzo

algún recuerdo y quiero que sepas que yo no tengo ningún arte pintando, pero en mi memoria queda para siempre nuestro " encuentro", que estoy segura se repetirá, esta vez en mi casa.

Ah !!! las fotos, todavía tengo que aprender a descargar y todos esos rollo, pero José ya lo está preparando todo. A él le encanta esos menesteres y yo me dejo querer.

Ahora voy a ponerme al día con vosotros... Vaya trabajito... JAJAJA

Mañana continúo.... prometido.