Es la palabra mas repetida en cualquier ambito o relación social. Es temida y rechazada pero no escapamos de ella, "el paro".
El trabajo dignifica al ser humano. Es un derecho que tenemos gracias al cual obtenemos todo lo necesario para satisfacer nuestras necesidades incluso las mas elementales.
La palabra antónima a trabajo es paro. Eso quiere decir que ya no te podras alimentar, vestir, ni siquiera relacionar con con ese grupo selecto de personas que tienen un trabajo.
No es justo pensar que una parte muy importante de nuestra sociedad, los funcionarios, no tienen escrita esa palabra en el diccionario de su vida.
Tengo que reconocer que llevar el título de funcionario les ha costado años de estudios, esfuerzos y privaciones, pero cuantos años tendrán que sufrir otras personas que durante mucho tiempo han trabajado dignamente y que en un instante lo pierden tod.
Cuando se alcanza el sillón funcionarial comienza el relax. Tal vez el sueldo no es muy elevado pero te permite vivir bien. Por otro lado no debes preocuparte, tu remuneración esta asegurada.! Qué bien !. Podemos permitirnos ponernos de baja el tiempo que deseemos, no redir adecuadamente o incluso faltar al trabajo sin justificación real. Claro esta, esto sucede porque no hay ningún control. ¿ Quién controla a los millones de funcionarios ? Yo diría que todos y nadie.
Es vergonzoso ver como algunos maestros, profesores de instituto, trabajadores de instituciones públicas como ayuntamientos, ministerios... aprovechan la ausencia de una jefatura visible para escaquearse de sus obligaciones.
Con razón la amayoria de los jóvenes pretenden aprobar una oposición. Es la forma fácil de matar tres pájaros de un tiro. Conseguir un trabajo, Vivir de él sin demasiadas complicaciones y por último lo mas importante, tener la seguridad de por vida de conservarlo. En una palabra no tendrán que aplicarse a si mismos la palabra tabú "paro".
Si el despido en cual empresa es mas o menos "libre" y la mayor empresa es el Estado, por qué no aplicamos las mismas condiciones para esos trabajadores.
Con la que esta cayendo ahora y la que caerá, pienso que nuestros políticos y gobernantes deberían replantearse esta situación tan injusta.
No hay que olvidar que todos mantenemos esos tres millones de funcionarios, un número excesivo creo yo. Si hay crisis, hay crisis para todos.
Estoy segura que una gran parte de estas personas son excelentes trabajadores. Ellos no deben temer nada.
Un saludo a todos
Estimada Sra. González.
ResponderEliminarPor lo que respecta a la primera parte de su artículo estoy en total acuerdo con usted, el paro es un cáncer social.
Dicho esto y por lo que respecta a los funcionarios, rechazo frontalmente lo aseverado por usted. Soy funcionario y cobro 1.154.-€ al mes; Soy padre de familia y trabajo en una administración en la cual para salir a tomar un café he de pasar por dos controles (escaqueo resulta imposible en mi puesto de trabajo); A diferencia de los trabajadores de empresa privada, estoy sometido a un régimen de incompatibilidad que me impide ejercer por las tardes, así son las leyes para los funcionarios, y ello,a pesar de que soy licenciado en derecho y en ciencias políticas, ¿que injusto verdad?. De agradecer sería que en sus futuros artículos no hiciera una evaluación generalizada sobre los temas que trata, dado que las palabras en ocasiones dañan no sólo la imagen de los trabajadores, sino tambien la moral y el amor propio del que, a través de sus palabras, se ve injustamente definido.
Saludos-
Que tenga usted un gran día.
Estimado Sr.
ResponderEliminarAnte todo y por adelantado mis disculpas hacia Ud. en particular si de alguna manera se ha sentido ofendido.
Al final de mi artículo dejo claro que la mayoría de los funcionarios, por supuesto en mi opinión, son excelentes trabajadores, pero, y con ello no generalizo, también hay otros cuyo amor propio por el trabajo deja bastante por desear.
Cuando digo "escaqueo" me refiero precisamente a esas personas y no a quién con honradez desempeña su puesto de trabajo.
En cuanto al tema del "despido", siento mucho tener que reiterarme en mi opinión.
Al igual que Ud. hay muchos padres de familia con carreras universitarias que han cumplido escrupulosamente con sus deberes laborales y sin embargo han sido despedidos. Ellos no tenían su puesto asegurado.
UN saludo.
No creo yo que la autora del artículo pretenda convertir en afirmación tajante lo que, en muchos casos, nos ocurre cuando efectuamos generalizaciones, si bien, debemos ser muy cuidadosos al exponer las mismas. Digo esto, por lo expuesto en el final del post. Afirma, y es importante, que una gran parte de los funcionarios son unos excelentes trabajadores. Y remata, para satisfacción de ellos y de todos que " ellos no deben temer nada".
ResponderEliminarNo cabe duda que, en la mayor parte de las ocasiones, llamar "pan al pan y vino al vino" da como resultado cierta incomodidad hacia algunos y, seguro que, polémica que debemos entender en su aspecto positivo.
Me quedo con determinadas ideas que sí me parecen interesantes:
*El trabajo es un derecho para todos y dignifica al ser humano.
*Según la reglamentación actual, es cierto que hay trabajadores que están "exentos" de ir al paro.
*Los sueldos de una muy amplia base trabajadora del funcionariado no está acorde a su cualificación. También es verdad que tampoco lo están los de otros muchos trabajadores del ámbito privado (mil-euristas).
*La gestión empresarial y de recursos humanos del Estado (en términos generales) es muy diferente a la de la empresa privada.
*La incompatibilidad (en muchos casos, injusta -perdón otra vez por la generalización siempre tomada en sentido positivo-) existe en el ámbito público y también privado.
*El corporativismo, sea cual sea, es negativo para la sociedad.
*Todo tipo de mala imagen, sea de quién sea, debe ser modificada en primer lugar(si así se considera) por los propios interesados.
Un saludo cortés para todos.
mientras me como una manzana y leo tu blog me pregunto.¿por que lo leo...?
ResponderEliminarun cordial saludo de un chico desinteresado